Pasos perdidos.

Camino por un camino dominado por la oscuridad. Pasos lentos, mente distraída. No quiero llegar a esas cuatro paredes que me mantienen encerrado, impidiéndome seguir este día, obligándome a desperdiciar el tiempo. Mantengo la respiración, y me concentro en cualquier ruido que pueda hallarse a mis espaldas. Meto mi mano derecha en el bolsillo de mi chaqueta en busca de mi reproductor de música. Pero rápidamente descarto esa posibilidad, prefiero concentrarme por completo en cualquier ruido que pueda producirse a mi alrededor. Mi vista empeñada en encontrar alguna sombra que me alerte de cualquier peligro. Puedo escuchar unos pasos bastantes metros por detrás. Pasos que caminan por donde mis pies han caminado minutos antes. Pasos lentos y tranquilos, sin prisa alguna. De repente el sonido desaparece. Me giro y busco con mi mirada entre las calles esos pasos. Supongo que nunca conoceré de quién eran esos zapatos, que se perdieron entre las sombras de las calles, fusionando el sonido de sus pasos con mas pasos, perdiendo toda su importancia.


Escuchar: Chasing pavements

Llueve en el confín.

Permanezco con los ojos cerrados durante un tiempo. Unas gotas caen sobre mi rostro. Deslizándose desde el triste cielo, creando largos collares de lágrimas cristalinas. Lágrimas retenidas en mi interior durante todos estos años.


Escuchar: Anywhere

Brake the routine.

Escuchar: Crystal Castles - Celestica

Todos los días me parecen iguales, monótonos, hemos caído en la rutina. Tengo unas desmesuradas ganas de hacer lo más extraño posible. Mi habitación se ha convertido en el último lugar en el que quiero estar, estas cuatro paredes color hueso me producen claustrofobia. Quiero aprovechar estas dos semanas al máximo, y estrujar cada segundo del día como un paño mojado.

Hold me.

Me lavo la cara, me la seco, me miro al espejo: me muevo el pelo, pongo caritas, morritos. Me acerco al espejo, me alejo. Subo una ceja, la otra, bajo las dos a la vez. Me miro de un lado, del otro. Saco la lengua, la muevo, la guardo. Me miro con indiferencia.
Sí, ya he hecho el estúpido por hoy.

Escuchar: Freebirds

drowsiness.

Escuchar: The Longest Road.

Siempre me entra la inspiración los días que más cansado estoy. Estoy tumbado, medio dormido bajo los efectos de la modorra. Mi casa hoy está en pleno sosiego, algo por lo general bastante inusual. Mi habitación ha quedado cubierta por un color anaranjado, provocado por el estor naranja de mi ventana, atravesado por los rayos del sol. Esperando a que alguien me despierte, llamando a mi nueva Blackberry. Despertándome de este sinfín letargo.

Bitter, better, butter.

Escuchar: In Sleep

Y cuanto más tengo que estudiar, menos tiempo tengo. Y cuanto más tiempo tengo, más tiempo derrocho. Por lo tanto me vuelvo a quedar sin tiempo. Para recuperar el tiempo, dejo de dormir, y si no duermo, hago estupideces. Realmente he llegado a tal punto que agradecería que el reloj parase por un par de minutos siquiera. Este fin de semana no he descansado en absoluto, es mas, he vuelto más cansado aún. Gracias a estos repentinos cambios de tiempo, me he agarrado un catarro que me ha costado el fin de semana, y parece que no quiere separarse de mi. Es como si disfrutase viendo mi enorme nariz enrojecida. Esta noche trataré de recuperarme, leeré un poco los apuntes de economía y me acostaré tan pronto como pueda. Y mañana al levantarme, me drogaré con mi dosis de cafeína matutina.

with one eye open.

Escuchar: Kill! Kill! Kill!

Hoy, estoy tumbado en el suelo de mi habitación. Con este calor, tengo la suerte de tener el suelo embaldosado.  Tengo la ventana abierta y los rayos del sol permiten ver las motas de polvo flotando por el aire. Muchas finalizan su trayecto invadiendo los cristales limpios de mis gafas. Oigo a los pájaros cantar,  creando así, una insólita melodía  fusionada con el ruido causado por los coches de la autopista. En mi boca un chicle sabor a mora, un sabor desgastado por cada mordisco de mis no tan afilados dientes.
Todo tiene su final, y el mio ha sido una nube que me ha tapado la luz del sol.

Un coche rojo.

Uno que me lleve muy lejos, aunque solo sea por uno día. Un sitio nuevo y diferente. Creo que solo me llevaré una toalla, para posarla sobre el suelo en el que me tumbaré de boca al cielo. No tendré que preocuparme de nada más a que las nubes siguen allí, en lo alto. Entreabriré un ojo y lo volveré a cerrar, debido al  fulgor del sol. De vez en cuando estiraré los brazos bien altos, comprobando que no estoy encerrado, como tantos días atrás. Y los descenderé, estirando todos y cada uno de mis músculos, quedándome dormido bajo ese irreal panorama. 

Es una necesidad.

Escuchar: Screaming Bloody murder.

Y tras una noche loca de sábado, me encuentro aquí pagando las consecuencias de tal locura. En sí no tenía pensado salir. Estos días me siento excesivamente cansado, si sigo de este modo cualquier día me encontráis muerto en cualquier cuneta, veréis. Está semana ha sido dura, dura y a su vez extraña. Y es que no he hecho particularmente nada, pero asimismo, no me ha sobrado nada de tiempo, un tiempo realmente necesario para mí. Bueno, para mí y para mis nervios.

Ya hemos comenzado con los exámenes y eso solo significa una cosa: más estrés. Me duele la cabeza, me duele la espalda y el cuello, me duele la muñeca de tanto escribir, y me duelen los labios, debido a que me he pasado gran parte del día sin usarlos, y los tengo muertos. Muertos y secos, y no encuentro mi Letibalm.

Y lo único que me apetece ahora es tumbarme, abrir la ventana escuchar el viento y los coches de la autopista y finalmente pero no por ello menos importante, de hecho lo más importante, ¡Dormir! Osea que, dirección:  mi cama.

I was made for sunny days.

Escuchar: Haters Anonimous.

Después de todo el frío y lluvia que nos hemos tragado, por fin un día caluroso. Según volvía del cole, ya estaba pensando en que por la tarde me iba a poner la ropa mas corta que tuviese, y mis gafas de sol, como me gustan. Para aprovechar el día y el sol, hemos quedado pronto, y por ello he tenido que depilarme a una rapidez que me ha costado dos arañazos en una pierna. Con tanto sol y calor, me he quedado tonto. Cualquiera pone las luces de mi flexo ahora, rollo discotequeo. Voy a abrir mi ventana, ponerme música bajita , y voy a estar tumbado en mi cama sin moverme. Estoy tan vago que no voy a levantarme ni siquiera a prepararme un té. Y me encanta el té, osea que mirar que estoy vago. Es viernes y mañana no toca madrugar, solamente pensar en eso... Es como un chute de felicidad instantánea.