26 de abril de 2012

Los peces comen.

Los peces comen. Eso es un hecho. Pero parece ser que no soy capaz de recordarlo. Mi pez me odia. Gritos de niños. Miro por la ventana, hacía abajo, sujetándome las gafas, que sólo me quedan ese par. Ahí están, jugando. Sin ningún tipo de preocupación. Me dan ganas de bajar y de advertirles lo que les espera: "Venga, huid vosotros que podéis, aprovechad" y "No lleguéis a 2º de Bachillerato".  Y entonces se asustarían. Normal. Acabarían llamándome el Coco. "Corred, corred que viene el Coco Yeray". Se iban a acordar del buen consejo del Coco cuando llegaran a mi situación. El Coco no siempre es malo.

Escuchar: I Blame Coco - Avion.

No hay comentarios:

Publicar un comentario