1 de diciembre de 2012

Poleo.

Para ser una persona a la que le encanta mirar por la ventana es irónico que mi habitación dé al patio interior. Tampoco hay mucho que ver ahí fuera. Anoche hacía mucho-mucho frío en Siberia-Gasteiz, y hoy duermo entre Kleenex. Me extrañó y mucho no encontrarme ningún pingüino. Llegué a la conclusión de que los sándwiches de las máquinas expendedoras de las estaciones de buses no son para personas. Aquel sería el último sándwich que me comprara, y el último euro con ochenta que me robaran.

1 comentario:

  1. El frío, los sándwitches y el sueño interrumpido por los kleenex inspiran. Y esa monada de taza que tienes.


    M.

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